Por Iván Mantero
El día viernes 25 de agosto participamos, junto a Mariana Jacob, de la Jornada: Vinculación escuela secundaria – universidad “El diálogo de la educación: nombrar la experiencia” organizada por la UNAJ, la UNQui y la JR4 de la DGCyE de la Provincia de Buenos Aires. Allí expusimos un trabajo sobre la participación de las/os estudiantes de la ES16 en la revista Arte y Parte de la UNAJ y la Red Villa Hudson.
En la presentación contamos que hace once años trabajamos con la Red Villa Hudson: “nos vinculamos primero con la red para articular un trabajo conjunto. En la red participan: el Centro de Salud, Comedores, Parroquias y Escuelas, entre otras instituciones. Entre esas escuelas está la escuela 16, o sea que venimos trabajando hace muchos años con la escuela”.
La pandemia impactó fuertemente en el barrio y las familias generando y/o profundizando diversas situaciones problemáticas, muchas de ellas golpearon la dimensión vincular. El CAPS, las escuelas y organizaciones veían estos cambios y trabajaban fuertemente para acompañar a las y los vecinos. Fue en ese proceso que propusimos la publicación de una revista del barrio para el barrio.
Desde la escuela se sumaron al proyecto, viendo en la revista una posibilidad de construir “un espacio de producción concreto donde estuviera la palabra en acción de las y los estudiantes, [buscar que] la producción del estudiante, en las prácticas, pudiera expresar y representar sus vivencias, sus inquietudes, plasmar una mirada crítica que pueda ser escrita, que pueda transformarse en un contenido para compartir con la comunidad”.
Para ello, las y los estudiantes trabajaron con sus profesores, de manera grupal escribieron, corrigieron, compartieron, reformularon… se asumieron comunicadores de sus propias ideas, de sus propias voces, “entonces ya no se escribe ni se graba pensando en la profe o mis compañeros, sino pensando en lo que quiero contar, lo que quiero que sepan de lo que estoy hablando, de la temática que elegí. Entonces, estas producciones generaron esta participación, un reconocimiento en eso que se comunica y también en resignificar el sentido de identidad, de territorio, porque ‘estoy contando parte de mi barrio, parte de mi propia historia’”.
De este modo, los contenidos vistos en la escuela adquieren significados más profundos porque se aplican en una perspectiva “que proyecta el derecho a la comunicación como derecho humano, no solamente el derecho a entender lo que consumimos, sino también a ser productores, y a ser productores para participar del debate social, no solamente para aprobar una materia”.
Durante el encuentro repartimos unos suvenires con el QR de la revista entre las y los docentes de las escuelas secundarias que asistieron a la jornada. Hoy la revista fue visitada por muchos internautas, creemos que muchos de ellos son las y los docentes con quienes compartimos la experiencia.
Kommentare