por Iván Mantero
Toda gran obra nace de grandes universos. El Penal es una de esas obras que nació del universo de las y los pibes, del universo del potrero.
Corría el año 2014 y en Rincón de Esperanza realizábamos un taller de cine[i] con las y los pibes del comedor. Después del desayuno y antes del almuerzo pasábamos dos horas trabajando, compartiendo ideas, armando proyectos. Un día les preguntamos:
- ¿Qué es lo que más les gusta hacer cuando no están en la escuela?
- ¡Jugar a la pelota! [Nos contestaron tanto los pibes como las pibas]
- Y si tuvieran que contar algo que pasa cuando juegan a la pelota, ¿qué sería?
Ahí aparecieron mil anécdotas que pintaron de muchos colores la respuesta, anécdotas personales, divertidas, provocadoras. Como estábamos trabajando la noción de conflicto dramático, puntualizamos la pregunta:
- Pensemos en el juego, en qué momento del juego encontramos tensiones entre oponentes?
- ¡Cuando jugamos a los penales! [respondieron casi al unísono]
- ¿Cuáles son los elementos más significativos de ese momento?
- El pateador [dice uno].
- El arquero [dice otra].
Y así siguen: “La pelota”, “El arco”, “La Plaza”. Mientras van contando, los profes vamos anotando. Una vez que tuvimos un agotamiento descriptivo[ii] de la situación, volvimos a preguntar:
- Tenemos dos protagonistas, uno que patea y el otro que ataja. Uno gana el otro no. ¿Recuerdan algún tipo de películas en las que dos protagonistas se enfrentan y en donde uno gana y el otro no?
- Sí, sí, ¡las de vaqueros! [respondieron varios]
De esta manera, nuevamente con un ejercicio de agotamiento descriptivo, las y los propios pibis construyeron todos los elementos del género del western. Nosotros anotábamos todo lo que ellas/os aportaban. Con esos elementos sobre la mesa empezamos a pensar la historia y cómo contarla. Entonces nuevamente preguntamos:
- ¿Qué es lo que no les gusta que pase cuando están jugando a la pelota?
- ¡Que te llame tu mamá y te tengas que ir!
Ahora sí, todos los elementos estaban listos para construir el guión. Definimos una premisa[iii], la acordamos entre todas/os, elaboramos un storyboard y planificamos el rodaje. El rodaje fue realizado por todo el grupo, rotando en los roles: dirigiendo el rodaje, actuando, filmando, haciendo sonido, fotografía fíja, etc.
Pero el vuelo de esa pelota que despegó de Plaza Kevin en Villa Hudson, tenía tal potencia que aún sigue dando vueltas por el universo. Sus primeras presentaciones fueron en el barrio, en La Red Villa Hudson, luego en la reunión anual de Inter-redes, donde la vieron las otras redes de Florencio Varela. Luego viajó a la UNAJ y a otras universidades. Participó de festivales y muestras, logrando premios y reconocimientos. Luego formó parte de la muestra estable de la RACC[iv] (Red Argentina de Cine Comunitario) que giró por distintas provincias y ámbitos nacionales.
Una película que durante junio se transmitirá por las pantallas de TDA y FLOW de la mano de la muestra “Comunicando Comunidad”, y que vive en múltiples espacios educativos formales y comunitarios. Un chutazo al infinito.
[i] El taller de Cine Mostrando Villa Hudson fue dictado por los docentes Iván Mantero y Leonardo Rueda, en el marco del trabajo de un proyecto de vinculación universitaria de la UNAJ. [ii] Agotamiento descriptivo es una herramienta metodológica utilizada en los procesos de investigación de cine documental. [iii] Premisa y Storyboard forman parte los documentos del guion en la Carpeta de Proyecto Audiovisual de una película. [iv] Desde los proyectos de vinculación universitaria que desarrollamos conjuntamente entre la UNAJ y la Red Villa Hudson participamos en la RACC desde su creación. Una red que crece y logra dar visibilidad a las producciones audiovisuales que surgen de la comunidad.
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